sábado, 13 de agosto de 2011

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)

Atentado en Sarajevo
El estallido de la guerra se produjo cuatro semanas después del asesinato del archiduque austriaco Francisco Fernando (28 de junio de 1914). El archiduque, sobrino y heredero del emperador de Austria-Hungría, se encontraba de visita oficial en Sarajevo, la capital de Bosnia. El y su esposa fueron muertos a tiros por un miembro de una sociedad secreta bosnia (la “Mano Negra”) que quería unir ese territorio a Servia.
Los austriacos culparon a Servia y luego de un ultimátum, le declararon la guerra (28 de julio), seguros de que contarían con el respaldo de Alemania. Entonces, Rusia, movilizó tropas contra Austria para respaldar a Servia. A su vez Alemania le declaró la guerra a Rusia (1 de agosto) y a Francia (3 de agosto) que era aliado de Rusia. Los alemanes atacaron a Francia invadiendo primero a Bélgica. Inglaterra, aliado de Francia y encargado de velar por la neutralidad de Bélgica, le declaró la guerra a Alemania (4 de agosto).
En los siguientes cuatro años más países se sumaron al conflicto que se extendió hasta 1918 y fue llamado la Gran Guerra. ¿El asesinato del archiduque Francisco Fernando fue la causa de la guerra? El episodio ocurrido en Sarajevo fue el desencadenante, pero desde hacía tiempo la guerra se venía preparando.

ANTECEDENTES DE LA GUERRA

LA ERA BISMARCKIANA (1871-1890)
Entre 1871 y 1890 el canciller alemán Otto Bismark se transformó en la principal figura de la política europea. Sus principales objetivos eran: a) consolidar la unidad alemana y desarrollar su economía; b) convertir a Alemania en el estado más poderoso de Europa; c) contener y aislar a Francia, a la que consideraba el rival más peligroso.
Bismarck veía en Francia la enemiga tradicional de los intereses alemanes y suponía en ella intereses revanchistas tras haber sido derrotada en 1870 perdiendo las provincias de Alsacia y Lorena. Para contener a Francia utilizó diferentes medios: la amenazaba con al guerra, la aislaba diplomáticamente y trató d enefrentarla con las otras potencias coloniales europeas.
Esta política de Bismark se desarrolló en dos etapas distintas:
1) La primera política bismarckiana (1871-1878). Bismarck concretó la “alianza de los tres emperadores” (Alemania, Rusia y Austria-Hungría). El gobierno alemán temía que Francia lograra una alianza con Rusia y en caso de guerra tener dos frentes de batalla. Pero esta alianza de Alemania, Rusia y Austria tenía un punto débil: la rivalidad de Austria y Rusia en los Balcanes. En la península balcánica había una variedad de pueblos que durante siglos habían estado sometidos al Imperio Turco; cuando este comenzó a desmembrarse en el siglo XIX, fueron surgiendo nuevos estados, pequeños y débiles. Austria tenía intenciones de anexar algunos a su imperio. Por su parte Rusia ansiaba tener una salida al Mar Mediterráneo y buscaba la alianza con alguno de los estados balcánicos para poder conseguirlo. Su mayor interés estaba en apoyar a Servia, estado con población eslava como los rusos. Servia tenía pretensiones de extender su territorio e incorporando regiones que también eran pretendidas por Austria (como Bosnia).
Alemania logró detener las intenciones rusas pero la alianza se rompió.
2) La segunda política bismarckiana (1881-90). Se concretó cuando Bismarck obtuvo nuevamente la alianza de Austria-Hungría y la neutralidad de Rusia en caso de una guerra franco-alemana. Además consiguió el apoyo de Italia que se enemistó con Francia cuando esta creó un protectorado en Túnez, impidiendo que fuera anexado por el colonialismo itálico. De esta manera Francia seguía aislada, pues la otra potencia europea importante, Inglaterra, tenía una vieja rivalidad con aquella, por lo que era difícil imaginar una alianza entre ellas.
Pero la paciente y tenaz diplomacia bismarckiana terminó cuando al fallecer el emperador alemán Guillermo I, su sucesor, Guillermo II, decidió ejercer directamente el gobierno y despidió al viejo canciller Bismarck. La desaparición de Bismarck de la escena política europea marca el fin de dos décadas de aislamiento francés orquestada por Alemania.

LA PAZ ARMADA Y LAS ALIANZAS(1890-1914)
Al acercarnos a 1914 la situación de los países y sus intereses eran los siguientes:
Caricatura del emperador alemán
Guillermo II
Gran Bretaña era el imperio más poderoso; deseaba conservar el orden existente y frenar el avance de aquellos países que podían amenazar su hegemonía. Alemania era su principal rival por su progreso económico y el desarrollo de su marina. Otros rivales eran Francia, por su expansión colonial, Rusia por sus avances en Asia, EEUU por su avance colonial sobre América Latina y Japón que emergía como potencia en Lejano Oriente.
Alemania vivía una gran exaltación nacionalista. El pangermansmo propugnaba la incorporación al imperio de todas las regiones de población germánica pertenecientes a los países vecinos. Además deseaba modificar el reparto de las posesiones coloniales.
Francia temía el creciente poderío alemán y los sectores nacionalistas alentaban la recuperación de Alsacia y Lorena. En las colonias Francia rivalizaba con Inglaterra.
Rusia, luego de haber sido vencida por los japoneses en 1905, había vuelto sus ojos hacia el Mediterráneo, alentando la expansión de los estados eslavos de la región. Este interés chocaba con los deseos de expansión de Austria-Hungría y con el temor de Turquía que no quería perder más territorios. Inglaterra trataba de impedir que Rusia tuviera una salida al Mediterráneo y tradicionalmente había apoyado a los turcos que tenían el control de los estrechos que comunicaban al Mar Negro con el Mediterráneo.
Austria-Hungría, debilitada por sus problemas internos, no había participado de la expansión colonial. Su mayor interés territorial estaba en anexar territorios hacia el sur, en los Balcanes y veía como muy peligrosa la intención de los servios de crear una Gran Servia y el apoyo que esta idea daba Rusia.
Italia manifestaba dos intereses principales: uno, la expansión colonial en el norte de Africa, rivalizando con Francia y con Turquía; otro recuperar territorios habitados por italianos que estaban en manos de Austria-Hungría (Tirol, Trentino).
Fuera de Europa sobresalían dos potencias: Estados Unidos que aumentaba su influencia en el Caribe, Centroamérica y el Pacífico; Japón que comenzaba a expandirse ambicionando territorios chinos y rusos.


A consecuencia de todas estas ambiciones y temores, cada estado practicó una intensa actividad diplomática para obtener aliados o quitarselos a sus rivales. Debido al choque de intereses, las alianzas, más que con los amigos, se hacían con los que eran “menos enemigos”.
 El período posterior a la caída de Bismarck trajo cambios significativos en las relaciones internacionales. Alemania aumentó sus aspiraciones coloniales, despertando el temor de Inglaterra. Esta había visto positivamente la unificación de Alemania porque le servía para contrarrestar a Francia (la política de equilibrio). Pero a medida que el Imperio Alemán se hizo más agresivo en su expansión colonial y en su flota de guerra, se transformó en una amenaza para la reina de los mares.
Por su parte Francia rompió su aislamiento al firmar una acuerdo con Rusia en 1892. Esta necesitaba con urgencia capitales que podía obtener de los bancos y empresas francesas; el acuerdo económico fue seguido de una alianza militar: ambos países se comprometían a ayudar al otro en caso de que uno de ellos fuera invadido. Esta alianza era lo que Bismarck siempre había temido: en caso de una guerra con Francia, Alemania podía ser atacada por la espalda por Rusia.
Inglaterra, temerosa de Alemania (que ya había concretado la Triple Alianza con Austria e Italia), se acercó a Francia con la cual firmó un acuerdo en 1904. A este acuerdo se sumó Rusia en 1907, formandose la Triple Entente.
Así quedaron constituidos dos bloques de países con las principales potencias europeas. Pero a esto hay que agregar los acuerdos militares bilaterales que algunos de estos países tenían con otros. Por ejemplo existía un tratado de ayuda militar entre Rusia y Servia; también había vinculaciones entre Alemania y Turquía (los alemanes estaban construyendo un ferrocarril en territorio turco) y entre Austria-Hungría y Bulgaria. Como consecuencia de estas alianzas, la guerra entre dos países podía arrastrar a muchos.
Como los países se sentían amenazados, aumentaron sus armamentos y los efectivos militares. Se trataba de una paz armada: no había guerras entre las potencias, pero se estaban preparando para una futura. La posibilidad de una guerra importante estaba anunciada por los conflictos regionales, que aumentaban las rivalidades y la desconfianza. Entre esos conflictos regionales se encontraban: los intereses coloniales que chocaban en Marruecos y los problemas en la península Balcánica. Loa sucesos en ésta última precipitaron la Gran Guerra.


FACTORES DE LA GUERRA

Resulta difícil explicar porque el asesinato de Francisco Fernando en Sarajevo condujo a una guerra mundial; los historiadores no se ponen de acuerdo en cuál es la causa principal del enfrentamiento y que país fue el responsable. Algunos acusan a Austria por su postura soberbia frente a Servia; otros culpan a Rusia por haber movilizado a su ejército; otros ven en Alemania al principal responsable por su política agresiva y su apoyo a las pretensiones servias. Otros creen que Inglaterra fue responsable de no haber manifestado claramente que iba a apoyar a Francia, porque si lo hubiera hecho tal vez Alemania no hubiera invadido el territorio francés. En realidad todos tuvieron su parte de responsabilidad y los factores son una combinación de hechos y situaciones, aunque algunos sean más influyentes que otros.

1) El conflicto en los Balcanes.


El conflicto en los Balcanes, y principalmente entre Austria-Hungría y Servia, que desde 1908 se había tornado cada vez más explosivo, prendió la mecha cuando Austria aprovechó el asesinato en Sarajevo como pretexto para atacar a Servia. Austria temía que la formación de un gran estado eslavo, la Gran Servia, le traería problemas, por lo que debía detener y castigar a los servios.
En 1908 Austria ocupó Bosnia, que tenía una minoría de población servia. Servia alentaba a las minorías eslavas (servios, croatas, búlgaros) que estaban dentro del Imperio Austro-húngaro, para que se separaran y se unieran a Servia. Rusia apoyaba al gobierno servio, pensando que este era un buen aliado y así tener una potencia amiga en el mar Mediterráneo. En 1912 servios, búlgaros, macedonios y montenegrinos formaron la Liga Balcánica para enfrentar a Turquía. La derrotaron y le quitaron territorios (Turquía sólo quedó con una pequeña zona en Europa en torno a la ciudad de Estambul), pero luego Servia y Bulgaria se distanciaron. Rusia siguió apoyando a Servia, mientras Austria aprovechó para hacer una alianza con Bulgaria y, pensando en una futura guerra, poder rodear a Servia.

2) El sistema de alianzas.
Otro factor importante de la guerra fue el sistema de alianzas, la Triple Entente (Inglaterra, Francia, Rusia) y la Triple Alianza (Alemania, Austria, Italia), que arrastraron a los países con un “efecto dominó”. El ingreso de unos de los aliados en conflicto determinaba el ingreso de los otros. Algunos historiadores consideran que la existencia de alianzas no fue una causa de la guerra, porque en crisis anteriores, como en Marruecos en 1905 y 1911, o en los Balcanes en 1912, no habían entrado en funcionamiento; por ejemplo Austria no apoyó a Alemania frente a Francia en Marruecos. Pero, hay que tener en cuenta que a medida que pasaba el tiempo las alianzas se fueron profundizando y se hicieron más firmes.

3) La rivalidad colonial.
Es otro factor importante. Un contemporáneo de la Gran Guerra, Lenin, afirmó que este conflicto era “una guerra de imperios capitalistas”. En su libro “El imperialismo, etapa superior del capitalismo” indicaba: “Contra el grupo franco-inglés se levantó otro grupo capitalista, el grupo alemán, todavía más rapaz, que vino a participar del festín capitalista”.
La rivalidad colonial se ve en dos aspectos: la lucha por territorios y la lucha por obtener mercados.
En el primer caso, luego de haberse repartido el mundo los imperios tenían territorios en disputa:
a) En Asia Central venían chocando Inglaterra y Rusia, pero desde comienzos del siglo XX Alemania se sumó a la disputa. Su intención de extender una vía férrea desde Berlín (Alemania) hasta Pekín (China) indicaba su interés en la zona.
b) En Lejano Oriente todos se disputaban los puertos chinos.
c) En el norte de Africa chocaban Francia, Alemania e Italia.
d) En Africa Central y Sur se disputaban tierras Alemania e Inglaterra.
En el segundo caso, las grandes empresas estaban embarcadas en una frenética carrera para dominar el comercio. Inglaterra y Francia, tradicionales rivales en el abastecimiento de mercaderías y en la colocación de préstamos se encontraron con un nuevo competidor: Alemania. En 1912 Inglaterra tenía la mitad del tonelaje mundial de barcos mercantes; pero Alemania venía creciendo a pasos agigantados. Hay historiadores que sostienen que Alemania no estaba interesada en una guerra porque, según declaró un importante industrial de ese país “si nos dan tres o cuatro años más de paz, Alemania será el amo económico de Europa”. Tal vez las otras potencias vieron en la guerra la forma de detenerla.

LOS PROTAGONISTAS

En el lapso de ocho días, quedaron definidos los dos bandos. Por un lado las potencias centrales constituidas por dos integrantes de la Triple Alianza: Alemania y Austria-Hungría (Italia se mantuvo al margen durante el primer año de la guerra y cuando ingresó lo hizo en el otro bando). Por otro lado los estados aliados: Francia, Rusia, Inglaterra y Bélgica. Posteriormente se incorporaron nuevos estados: Turquía (noviembre de 1914) y Bulgaria (octubre de 1915) se aliaron a las potencias centrales; Japón (agosto de 1914), Italia (mayo de 1915), Portugal (marzo de 1916), Rumania (junio de 1916), EEUU (abril de 1917) y Grecia (junio de 1917) se sumaron a los aliados.
Sobre las posibilidades de cada uno de los bandos enfrentados intervinieron diversos factores: población, desarrollo industrial, poderío militar, ubicación geográfica, unión o desunión interna. Lo que eran ventajas para unos, eran desventajas para los otros. Si observamos la situación al comenzar la guerra en agosto de 1914, la relación de fuerzas era la siguiente.
Potencias centrales.-  
- Tenían 115 millones de habitantes y movilizaron 22 millones de soldados.
- Formaban un bloque coherente, con predominio de Alemania y unidad de mando. Tenían continuidad geográfica, y si bien, por su posición geográfica, podían ser cercados, estaban en condiciones de mover ejércitos de un frente a otro.
- Alemania tenía un armamento superior y soldados bien preparados., además de una industria muy adelantada.
- Una desventaja de las potencias centrales era que podían ser bloqueadas (sólo Alemania poseía una flota importante) y en ese caso podían tener problemas para abastecerse.
Potencias aliadas.-
- Su población duplicaba a las potencias centrales. Al comenzar la guerra sólo movilizaron 27 millones de soldados, pero sus reservas en hombres eran cuantiosas; no sólo en sus territorios sino en las colonias.
- Francia poseía buena artillería ligera, deficiente artillería pesada, buen comando y problemas de aprovisionamiento. Inglaterra tenía un ejército reducido, pero muy bien equipado y podía recurrir a los ejército coloniales; tenía grandes recursos industriales y dominaba los mares con la flota más importante del mundo. Rusia era el punto débil: tenía un ejército grande pero mal preparado y con poco armamento (3 soldados por cada fusil); además el gobierno ruso enfrentaba problemas internos.
Una desventaja de los aliados era su separación geográfica, aunque esto les permitía atacar a las potencias centrales desde diversos frentes y rodearlas. Otro problema de los aliados es que carecían de un comando único.
En conclusión: si la guerra era corta las potencias centrales tenían más posibilidades de triunfar; si la guerra se prolongaba, era probable una victoria de los aliados.

DESARROLLO DE LA GUERRA

Se pensaba que la guerra duraría unas semanas, como había ocurrido con la guerras recientes en los Balcanes; el emperador Guillermo II de Alemania despidió a sus soldados diciendo: “Nos veremos para Navidad”. Pero la guerra duró cuatro años, tuvo millones de muertos y se extendió por varias regiones del planeta (aunque el conflicto principal se desarrolló en Europa).
EL INICIO: LA GUERRA DE MOVIMIENTOS


Las movilizaciones de ejércitos decididas por las potencias luego de que Austria acusara a Servia por el atentado contra Francisco Fernando, aceleraron el ritmo de los acontecimientos e impidieron que las negociaciones para encontrar una salida pacífica tuvieran resultado. Los alemanes tomaron la iniciativa poniendo en práctica el Plan Schlieffen, aprobado originalmente en 1905 (lo que demuestra que los preparativos venían desde años atrás). El Plan Schlieffen consistía en atacar a Francia por sorpresa a través de Bélgica, país neutral, con el objetivo de aniquilarla en un mes y luego trasladar todo el ejército hacia el otro frente para enfrentar a los rusos. Aunque el emperador alemán esperaba que a último momento Austria negociara con Servia y de esa manera detuviera la movilización rusa, el comandante del ejército alemán, el General Moltke, lo convenció de no perder más tiempo y pasar a la ofensiva.
Los alemanes entraron en Bélgica el 4 de agosto, pero se encontraron con una importante resistencia belga que los demoró y dio tiempo a los franceses para organizarse y a los ingleses para enviar tropas de ayuda. Los alemanes no pudieron concretar su objetivo de tomar los puertos que estaban sobre el Canal de la Mancha para impedir el desembarco de los ingleses y marcharon directamente sobre París. Su avance parecía imparable y el gobierno francés abandonó la capital trasladandose a Burdeos.
Pero surgieron problemas para abastecer a los soldados de alimentos y municiones y las largas marchas en pleno verano extenuaron a las tropas. En Marne, a 32 kilómetros de París, los franceses hicieron frente al avance alemán y lograron detenerlo; el plan Schlieffen había fracasado y la guerra se extendería más de lo previsto por los comandantes alemanes.
Con la batalla de Marne terminó una primera etapa de la guerra, la guerra de movimientos y comenzó otra: la guerra de posiciones o trincheras. Los soldados cavaron fosos donde protegerse y desgatar al adversario con ataques sorpresivos. Así se estabilizó un frente de lucha entre Alemania y Francia que iba desde la frontera suiza hasta el Canal de la Mancha. Por su parte los ingleses se mantuvieron firmes en la ciudad de Ypres protegiendo a los puertos para permitir que siguiera llegando ayuda militar para Francia.
Al otro lado de Alemania los rusos atacaron primero, invadiendo territorio alemán y austro-húngaro. Pero fueron derrotados por el General Hindenburg en Tannenberg y los lagos de Masuria. Los rusos perdieron garndes cantidades de equipos y municiones que les había llevado años acumular y no se recuperaron de esas primeras derrotas. El principal abastecimiento de Rusia se hacía por el Mar Negro, pero la entrada de Turquía en guerra, puso fin a esa posibilidad, ya que cerró los estrechos que comunicaban el Mar Negro con el Mediterráneo.
En los Balcanes los servios detuvieron la invasión austro-húngara a fines de 1914.

Trinchera inundada
LA GUERRA DE TRINCHERAS
La guerra no terminó en Navidad como había previsto Guillermo II y 1915 comenzó con los soldados del frente occidental metidos en el barro de las trincheras. A partir de 1914 los soldados se “enterraron” para sobrevivir. Los alemanes fueron los primeros en crear un laberinto de túneles, con líneas paralelas que corrían de norte a sur y otras que las atravesaba y que permitían avanzar o retroceder según la marcha de la guerra. Los ingleses los imitaron, pero los franceses y los rusos fueron más descuidados en su construcción, seguramente porque no se imaginaban que iban a permanecer tres años en ellas.
Las zanjas y túneles se completaban con torres de vigilancia, alambradas y bolsas de tierra. Como las líneas adversarias estaban muy cerca, se disputaban los puntos altos para tener una mejor visión. Los avances en ocasiones eran de sólo algunos metros y tal vez al día siguiente tuvieran que retroceder; a veces los retrocesos eran trampas para que el enemigo al avanzar y fuera sorprendido con explosivos. La guerra en estas condiciones creaba una tensión permanente en los soldados.
No sólo estaban expuestos a las balas y las explosiones de morteros y granadas sino también al frío y la lluvia, mal abastecidos, con sueño, hundidos en el barro y devorados por los piojos. “Los hombres que he visto regresar esta mañana eran sólo montones de barro” escribió el general Maistre después de un ataque.
Los ataques emprendidos, tanto por los alemanes como por los franceses e ingleses, fracasaron siempre debido a las mismas dificultades: se perdía el efecto sorpresa. El asalto de la infantería era precedido por un bombardeo masivo de la artillería para despejar de alambre de púas el terreno de nadie que había entre las dos trincheras y amedrentar al enemigo. Si tras un ataque se rompía la defensa en la primer línea de trincheras, el avance resultaba difícil porque el terreno había sido removido por las bombas; además había que esquivar las mortíferas descargas de las ametralladoras.

Primeros tanques
 La guerra de trincheras generó nuevas estrategias y armas.En la batalla de Ypres los alemanes usaron una nueva arma para obligar a sus adversarios a abandonar las trincheras: gases tóxicos. La artillería aumentó su poder de fuego y el alcance de sus disparos. Los aviones y los globos dirigibles se usaron para observar los movimientos del enemigo y preveer sus intentos de avance.
En 1916 en el frente occidental hubo dos importantes batallas: la de Verdún y la de Somme. Verdún era una importante fortaleza francesa contra la que los alemanes, la mando de Falkenhayn, lanzaron un ataque masivo en febrero. Esperaban atraer hacia esa zona a las mejores fuerzas francesas, aniquilarlas y a continuación pasar a la ofensiva final para ganar la guerra. Pero los franceses dirigidos por Petain defendieron el lugar y los alemanes debieron abandonar el ataque en junio. Los franceses sufrieron fuertes pérdidas (315 mil hombres) como querían los alemanes, pero estos también tuvieron muchas bajas (280 mil muertos) sin haber obtenido ninguna ventaja.


Jóvenes entrenándose
La batalla de Somme consistió en una serie de ataques, principalmente de los ingleses, que empezaron el 1 de julio y se extendieron hasta noviembre. El principal objetivo era distraer fuerzas alemanas para aligerar la presión sobre la zona de Verdún y tenerlos ocupados en el oeste evitando que enviaran tropas hacia el frente oriental donde los rusos tenían dificultades. Al concluir esta batalla los aliados sólo lograron avances limitados: en algunos puntos avanzaron unos 8 kilómetros, pero en otros apenas unos centenares de metros. Pero la importancia de la batalla estuvo en que desmoralizó a los alemanes al comprobar que los ingleses no eran fáciles de vencer en tierra como ellos creían. Sin embargo el comandante inglés Haig fue duramente criticado por persistir en efectuar ataques frontales suicidas; las críticas también fueron severas para el Ministro de Guerra Kitchener. Estos sucesos incidieron en la caída del Primer Ministro Asquith, quien renunció en diciembre de 1916. Las pérdidas en vidas en la batalla de Somme fueron enormes: 650 mil alemanes, 420 ingleses, 190 mil franceses.
El nuevo Primer Ministro, David Lloyd George, creó una “gabinete de guerra” para tomar decisiones con rapidez y puso bajo control del estado la construcción de barcos y la agricultura. Anteriormente había sido el encargado del Ministerio de Municiones y había desempeñado un papel importante en fomentar la construcción de los tanques, arma que consideraba fundamental para poner fin a la guerra de trincheras.
Mientras tanto en el frente oriental la situación permanecía incambiada: los rusos eran superiores a los austriacos (en junio de 1916 penetraron unos 150 kilómetros y capturaron 400 mil prisioneros) pero eran derrotados por los alemanes. Rumania ingresó a la guerra y atacó a Austria, pero los alemanes acudieron en ayuda de su aliado y ocuparon toda Rumania, apoderándose de importantes cantidades de trigo.

LA GUERRA EN EL MAR
Al comenzar la guerra se esperaban batallas navales entre Alemania e Inglaterra, pero ambos países se mostraron cautelosos y no se arriesgaron a un enfrentamiento que ocasionara la pérdida de su flota. Alemania tenía 16 acorazados e Inglaterra 27.
Los aliados se proponían bloquear a las potencias centrales impidiéndoles recibir provisiones para someterlas al hambre. Al mismo tiempo mantenían abiertos los mares para los aliados y sus colonias. Otra función de la flota aliada fue trasladar tropas británicas hacia Francia. Alemania perdió los barcos que tenía en el Atlántico en una batalla en las cercanías de las islas Malvinas, pero su flota principal mantenía cercana a sus puertos. Para evitar el bloqueo sus barcos mercantes iban a buscar mercadería a los puertos de los países escandinavos y de Holanda que se mantenían neutrales.
Inglaterra, decidido a que el bloqueo sobre Alemania fuera efectivo, decidió detener e inspeccionar todos los buques neutrales y confiscar cualquier mercadería sospechosa de tener como destino a Alemania. Los alemanes respondieron con ataques submarinos contra los barcos ingleses. Al principio no atacaban a los barcos de pasajeros ni neutrales, pero como los ingleses burlaban a los submarinos transportando armas en barcos de ese tipo y con bandera neutral, los submarinos alemanes atacaron a todos los barcos que iban rumbo a las Gran Bretaña.
En mayo de 1916 se produjo el enfrentamiento de las flotas británica y alemana frente a las costas de Dinamarca. Luego de un intenso cañoneo durante varias horas los alemanes decidieron retirarse tras haber perdido 11 barcos (los ingleses habían perdido 14 pero tenían más barcos). Durante el resto del conflicto la flota de guerra alemana se mantuvo en puerto. A partir de enero de 1917 recrudeció la guerra submarina. La intención de Alemania era destruir en el Atlántico todos los buques mercantes enemigos o neutrales para bloquear a Francia e Inglaterra; sabía que esa actitud podía provocar la intervención de EEUU en la guerra pero esperaba lograr la rendición de los aliados antes de que eso pasara. En el mes de abril de 1917 los submarinos germanos destruyeron 430 barcos, provocando la escases de alimentos en Inglaterra. El gobierno inglés salvó la situación al crear el sistema de convoy, en el que un gran número de barcos mercantes navegaban juntos protegidos por una escolta de barcos de guerra.

1917: AÑO DECISIVO
El año 1917 comenzó con el fracaso de varios ataques de los aliados. Los soldados franceses decepcionados por las ofensivas que eran detenidas por los alemanes, se sentían derrotados y comenzaron a desertar. Los ingleses realizaron un ataque con tanques y lograron romper las trincheras alemanas en Cambrai, pero no pudieron avanzar mucho por la falta de soldados.
La situación pareció empeorar cuando el imperio ruso se desmoronó. Las derrotas frente a los alemanes, la falta de armamentos, la incapacidad del gobierno para dirigir la guerra y los graves problemas económicos y sociales, produjeron dos revoluciones, una en febrero y otra en octubre. Los soldados desertaban en masa y se sumaban a las filas revolucionarias. La caída del frente ruso significaba que Alemania podría trasladar su ejército al frente occidental para decidir la guerra con Francia e Inglaterra.
Pero el ingreso de EEUU en la guerra cambió el rumbo del conflicto. Al comienzo de la guerra EEUU se mantuvo apegado a la doctrina Monroe y no intervino. La población norteamericana se había formado con diversos nacionalidades a través de la inmigración y se arriesgaba la unidad nacional si el gobierno tomaba partido por uno de los bandos. En una población de 95 millones, 26 millones eran extranjeros o hijos de extranjeros. Había en EEUU más de 6 millones de alemanes, más de 3 millones de irlandeses (enfrentados a Inglaterra), 2 millones de italianos y 2 millones de ingleses.
El presidente Woodrow Wilson era partidario de mantener una actitud neutral, mediando entre los contendientes.La guerra europea podía ser una ventaja para EEUU si lograba, usando su neutralidad, aumentar sus ventas a los países enfrentados. Pero el bloqueo establecido por Inglaterra a los navíos que llevaban materiales para Alemania, levantó las protestas de las empresas norteamericanas y la recriminación del gobierno de EEUU sobre el de Inglaterra.
EEUU sostenía la idea de la Libertad de los mares, por lo cual se debería permitir el comercio con los países en guerra, salvo el envío de municiones y armas. De ese modo Alemania recibiría las materias primas y los alimentos necesarios para su población. Esta postura era rechazada por Inglaterra que quería derrotar a Alemania bloqueandola.


Los planes norteamericanos de libertad de los mares fracasaron cuando Alemania puso en práctica la guerra submarina y declaró zona de guerra los mares que rodeaban a Inglaterra, anunciando que hundiría en esa zona todo barco que fuera hacia ese país. El comercio norteamericano se vio perjudicado por la guerra submarina de Alemania y la opinión pública comenzó a volcarse hacia los aliados, sobretodo debido a los artículos de la prensa que destacaban el hundimiento de barcos norteamericanos o de barcos ingleses que llevaban pasajeros norteamericanos. Decisivo en incidir en la opinión pública fue el hundimiento del Lusitania, el 7 de mayo de 1915. Pero el presidente Wilson mantenía su postura neutralista. El año 1916 era años de elecciones y Wilson quería asegurarse la reelección; Insistió en su papel de mediador proponiendo  una conferencia de paz en la ciudad de La Haya y publicando las bases para lograr esa paz ( conocidos como “los 14 puntos de Wilson”).
Pero desde el punto de vista económico EEUU no era neutral. Si bien abastecía a ambos bandos, era mucho mayores las compras realizadas por Inglaterra y Francia que las realizadas por las potencias centrales. Para asegurar sus compras en EEUU, Francia e Inglaterra necesitaban préstamos de los bancos norteamericanos. Desde 1915 la banca Morgan era el principal prestamista de los aliados. En dos años, Francia e Inglaterra recibieron casi 2 mil millones de dólares de préstamos de la banca norteamericana, mientras Alemania sólo había recibido 5 millones. Si los aliados perdían la guerra ¿podrían devolver esa suma de dinero? Los bancos norteamericanos, si querían cobrar sus préstamos, preferían un triunfo aliado.
Los hundimientos provocados por los submarinos alemanes siguieron sacudiendo a la opinión pública y preparándola para aceptar la participación de EEUU en la guerra. El 1 marzo de 1917 se dio a conocer el “telegrama Zimmermann”. Se trataba del telegrama enviado por el Ministro de Relaciones Exteriores alemán a su embajador en México, donde planteaba la posibilidad de que México apoyara a Alemania en caso de que EEUU le declarara la guerra. Se preveía incluso, en caso de que se derrotara a EEUU, que se le devolverían a México los territorios del oeste perdidos en el siglo XIX. Un mes después, el 2 de abril de 1917 el Congreso de EEUU voto la declaración de guerra contra Alemania.
EEUU se preparó para la intervención aumentando sus fuerzas militares de 200 mil a un millón y medio de soldados Esta fuerza militar, más el aporte de su flota y el material bélico que entregó a los aliados, decidieron la guerra.

1918: EL DESENLACE DE LA GUERRA
En marzo de 1918 el ejército alemán bajo el mando del general Ludendorff lanzó una última ofensiva intentanto derrotar a los aliados antes que llegaran demasiadas tropas norteamericanas. Se acercaron a 65 kilómetros de París pero fueron rechazados por las fuerzas francesas dirigidas por el mariscal Foch en la segunda batalla de Marne.
En agosto los aliados lanzaron una ofensiva en la región de Amiens, con cientos de tanques que atacaban en muchos puntos a la vez obligando a los alemanes a retirarse. Aunque Alemania aún no había sido invadida, Ludendorff estaba convencido de que serían derrotados si proseguía la ofensiva aliada. Insistió para que el gobierno alemán pidiera un armisticio con la esperanza de lograr una paz que no resultara muy severa. Además el descontento de la población alemana aumentaba a medida que se hacían evidentes los efectos del bloqueo. Faltaban alimentos básicos como la harina, por lo que el pan se elaboraba con una mezcla de harina y fécula de papa; la ración diaria de carne era de 18 gramos. Alemania pidió la paz y el 11 de noviembre de 1918 se firmó el armisticio. Dos días antes el emperador Guillermo II se vio obligado a renunciar. Antes ya se habían rendido Bulgaria, Turquía y Austria-Hungría. Esta última había sufrido rebeliones de las naciones que tenía sometidas y se había disuelto.


RESULTADOS DE LA GUERRA

LOS TRATADOS DE PAZ
En enero de 1919 comenzó a sesionar en París la Conferencia de Paz. Participaron en ella 32 países, pero los arreglos principales fueron realizados en conferencias privadas entre los jefes de gobierno de las potencias aliadas: George de Inglaterra, Clemenceau de Francia, Wilson de EEUU. Rusia, que luego d el revolución estaba en plena guerra civil, no estuvo presente en los tratados. Incluso las potencias occidentales apoyaban a uno de los bandos (los blancos) rusos para impedir el triunfo de los sectores socialistas (los rojos).
Los vencedores discreparon entre sí en cuanto a las condiciones de paz que se impondrían a las potencias vencidas:
- Francia exigía una paz severa para arruinar económica y militarmente a Alemania, a fin de que nunca más pudiera amenazar las fronteras francesas.
- Inglaterra era partidario de un arreglo menos severo que permitiera a Alemania recuperarse, comprar productos ingleses y equilibrar el poder de Francia. Pero la población inglesa, acostumbrada a odiar a los alemanes desde la paz armada, también quería “aplastar” a los enemigos.
- EEUU pretendía algo más que condiciones para los vencidos; Wilson tomo como base los “14 puntos” anunciados  anteriormente y reclamó impedir en el futuro los tratados de alianza secretos, crear un organismo internacional encargado de mantener la paz y liberar a las naciones que estaban sometidas al dominio extranjero.
Los vencidos debieron acordar por separado las condiciones de paz, por lo que la guerra terminó no con uno sino con cinco tratados de paz: el de Versalles con Alemania, el de Saint Germaint con Austria, el de Trianón con Hungría, el de Sévres con Turquía y el de Neuilly con Bulgaria.
Los resultados de las conferencias de paz fueron los siguientes:
1) Alemania fue severamente castigada. Se la culpó de haber sido la causante de la guerra junto con sus aliados. Perdió territorios en Europa (88 mil kilómetros cuadrados) que debió entregar a sus países vecinos: Francia (que recuperó Alsacia y Lorena), Bélgica, Dinamarca, Polonia (que volvió a existir como país) y Lituania. El rico territorio carbonífero de Sarre sería colocado bajo tutela de la Sociedad de Naciones (organismo internacional creado por el tratado) durante 15 años y luego se haría un plebiscito para que sus habitantes decidieran si querían pertenecer a Francia o Alemania. Durante esos 15 años Francia podía extraer carbón de Sarre. También perdió las colonias.
Además se limitó el armamento alemán: un máximo de 100 mil soldados, la abolición del servicio militar obligatorio, no podía tener tanques de guerra, ni submarinos ni aviones de guerra y sólo 6 acorazados. La Renania, territorio limítrofe con Francia sería desmilitarizado (no se admitirían ejércitos, ni cuarteles ni armamento pesado alemán en la zona).
También debía pagar una fuerte suma de dinero por daños de guerra.
Los alemanes protestaron pero no tuvieron más recurso que formar la paz, cuya ceremonia de firma se realizó en el Salón de los Espejos, donde casi 50 años atrás, en 1870, se había proclamado el Imperio Alemán después de haber derrotado a Francia. Era parte de la revancha francesa contra los germanos a quienes quería humillar de todas las formas posibles.


2) Desintegración de Austria-Hungría. En el futuro constituirían estados separados, muy reducidos territorialmente y sin salida al Mediterráneo. La población de Austria se redujo de 22 a 6 millones, ya que perdió el dominio sobre las naciones con las que se formaron nuevos estados (Checoslovaquia, Yugoslavia, etc). Perdió su principal zona industrial que pasó a manos de Checoslovaquia y Polonia. Hungría también redujo su población de 21 a 7 millones, perdió  ricas regiones agrícolas que pasaron a Rumania.
3) Desaparición del Imperio Turco Otomano.Perdió territorios en Europa que debió entregar a Grecia, y también perdió territorios en Asia que pasaron a ser controlados por Inglaterra y Francia. La derrota y la situación humillante en que quedó Turquía fomentaron una revolución nacionalista y modernizadora encabezada por Mustafá Kemal Ataturk. El nuevo gobierno turco logró recuperar algunos de los territorios europeos que disputaba con Grecia. En los territorios asiáticos que pasaron a dominio inglés y francés, se produjeron movimientos independentistas árabes.
4) Creación de nuevos estados. En la etapa final de la guerra se reanimaron los movimientos nacionalistas en aquellas naciones que estaban sometidas a las potencias centrales. Aparecieron nuevos estados que fueron consagrados en los tratados de paz: Checoslovaquia (en territorios que habían sido de Austria), Yugoslavia (era la unión de Servia con otros pueblos eslavos, algunos de los cuales habían estado sometidos por Austria), Polonia (que hacía más de un siglo había sido dividida entre Prusia, Austria y Rusia), Lituania, Estonia, Letonia y Finlandia (territorios que habían sido parte del Imperio Ruso).
5) Se creó la Sociedad de Naciones (o Liga de las Naciones). Era un organismo internacional que se encargaría de velar por la paz, interviniendo en como mediador en futuros conflictos. Pero su poder era escaso. Quedaron afuera los países vencidos, Rusia y EEUU. El congreso de este país no ratificó el tratado de creación de la Sociedad de Naciones aunque fue el presidente Wilson quien la había propuesto.
Los tratados dejaron algunos problemas pendientes. Los países vencidos, y especialmente Alemania, no quedaron conformes con los acuerdos de paz. Las quejas alemanas fueron permanentes. El gobierno firmó bajo protesta, y la población tenía la impresión de que había sido despojada de lo suyo por venganza. Hacían hincapié en que Alemania se había rendido antes de pelear en su territorio y que esperaban una paz acorde a esa actitud. Los sectores nacionalistas y militaristas levantaron la bandera de la “traición” del gobierno alemán que había sustituido al emperador y fomentaban desobedecer el tratado de Versalles.
Además el reparto territorial dejó pendientes algunos problemas referidos a las minorías nacionales. En Checoslovaquia había minorías alemanas, húngaras y polacas. En Rumania había minorías húngaras, alemanes, búlgaras y rusas. Muchos emigraron para no quedar bajo un nuevo estado, otros permanecieron en sus territorios reclamando un trato especial como minorías nacionales. Esta situación podía provocar problemas en el futuro.

LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA
La Primera Guerra Mundial dejó un saldo trágico: alrededor de 10 millones de muertos, la mayor parte de ellos en la edad más activa. Esto provocó una considerable merma en mano de obra. A la mortalidad hay que agregar los inválidos, mutilados,huérfanos y viudas; los traumatizados mentalmente a quienes era difícil reinsertar en la vida pacífica después del conflicto. También disminuyen los nacimientos, durante y después de la guerra.
La mortalidad, que afectó mayormente a los jóvenes (que eran los enviados al frente de batalla), trajo otras consecuencias además de la disminución de la mano de obra y de la natalidad. Las generaciones maduras se mantuvieron  al frente de las actividades fundamentales, con puntos de vista conservadores, mientras los más jóvenes, impacientes e inmaduros trataban de abrirse camino.
La incorporación masiva de la mujer a las tareas fabriles y oficinas, sustituyendo a la mano de obra masculina, mejoró su posición para reclamar la igualdad de derechos, obteniendo, después de la guerra la posibilidad de ejercer el sufragio.
Las destrucciones materiales (edificios, tierras de cultivo, fábricas, vías férreas, puentes, etc) afectaron a aquellos territorios que fueron escenario del enfrentamiento armado. Los ejércitos al retirarse, destruían todo a su paso para no dejarle anda al enemigo que avanzaba Paradojalmente, Alemania, uno de los países derrotados no sufrió daños materiales en su territorio, ya que no se combatió en él. Pero amplias zonas del nordeste de Francia y en Bélgica, durante mucho tiempo no se pudo cultivar por la destrucción de las tierras donde estaban las trincheras, que quedaron cubiertas de esquirlas de metal. También hubo enormes pérdidas en los Balcanes, el sur de Rusia y territorios rusos que ahora pasaban a Polonia..
Los gastos de guerra fueron cuantiosos y los países europeos quedaron endeudados, incluso los vencedores como Inglaterra y Francia. Gran Bretaña no sufrió destrucción en su territorio, pero sufrió enormes pérdidas en el mar: una gran parte de su flota fue hundida por los submarinos alemanes. Europa, con sus recursos económicos agotados, se encontraba casi imposibilitada para recuperarse sin ayuda exterior. Le faltaban hombres, materias primas y alimentos.
Durante el enfrentamiento Europa había aumentado sus compras a los países americanos hasta 7 veces más que antes de la guerra. Además debieron recurrir a préstamos de los bancos norteamericanos. Terminada la guerra, los países europeos siguieron comprando mercadería en el exterior, recurriendo a nuevos préstamos. De esta manera sus balanzas comerciales eran desfavorables y las monedas europeas comenzaron a perder valor. El marco alemán fue el que se devaluó más, pasando de 75 por dólar en 1919 a 350.000 por dólar en 1923. La inflación alcanzó porcentajes elevados y desaparecieron las monedas acuñadas en metales preciosos. En todos los países cesó la convertibilidad de los billetes de papel en oro. El aumento de los precios afectó a los sectores que dependían de salarios o rentas fijas. Por ejemplo en Inglaterra, mientras los alimentos habían aumentado su precio 100%, los sueldos apenas habían crecido un 20%.
Inglaterra y Francia aumentaron los impuestos sobre las ganancias y los salarios, pero no alcanzaba; la gran esperanza de estos países era que Alemania siguiera pagando las multas aplicadas en el tratado de Versalles.


Terminada la guerra, la situación laboral fue mejorando debido a la necesidad de mano de obra. Pero los grandes beneficiados de la guerra fueron los sectores industriales vinculados a la industria de guerra, los que abastecían a los ejércitos y los comerciantes que ocultaban mercadería y la vendían a precios altos en el “mercado negro”. La población de las ciudades fue la que sintió más duramente la falta de alimentos; los campesinos, por lo general lejos del frente de batalla, soportó mejor la estaces y la suba de precios. Durante la guerra aumentó el descontento del proletariado, que había sido absorbido por la propaganda nacionalista previa al conflicto. Por todos lados era evidente la fortuna de los nuevos ricos, aquellos que se habían enriquecido con la guerra, y la opinión pública comenzóa creer en los argumentos socialistas sobre el carácter imperialista del la guerra.
En varias regiones de Europa Central y Oriental se sintió la presión de los campesinos descontentos por su situación y atraídos por el ejemplo de los bolcheviques en Rusia. Los gobiernos de esas regiones llegaron al convencimiento de que era mejor dar tierras al campesinado que arriesgarse a que se difundiera el ejemplo soviético y estallaran revoluciones. Fue así que en los países bálticos, en algunas regiones de Polonia y Checoslovaquia, se entregaron tierras a los campesinos.
Con la guerra desaparecieron los antiguos imperios absolutistas o autoritarios que aún se mantenían en Europa: Alemania, Austria-Hungría, Rusia y Turquía. Por un lado se imponen los sistemas liberales parlamentarios, por otros surge un nuevo tipo de gobierno con la revolución rusa: el socialismo soviético.
Pero aunque aparentemente el parlamentarismo y la democracia se difundían, escondían rasgos autoritarios que habían desarrollado durante la guerra. Durante el conflicto los gobiernos hicieron uso de la propaganda para justificar las operaciones militares y para mantener a todas las clases sociales unidas, fomentando el patriotismo por encima de las libertades y derechos. Durante la guerra se había establecido la censura de la prensa, se limitaron las libertades individuales, se suspendieron los derechos sindicales y aumentó el poder de las autoridades. Terminada la guerra algunos sectores de la sociedad consideraban conveniente volver a las libertades anteriores, pero otros sectores valoraban como positivo tener gobiernos fuertes, a los que consideraban más eficaces. Y, aunque se mantuvieron las constituciones y los parlamentos, había cambiado la mentalidad de las masas: se habían acostumbrados a ser mandadas, sin ser consultadas y sin poder criticar.
Otra consecuencia de la guerra es el ascenso de dos potencias no europeas que pasarán a primer plano: EEUU y Japón. EEUU aumentó su poder económico. Intervino en el final de la guerra, el número de muertos fue mínimo y no se luechó en su territorio, por lo tanto no tuvo pérdidas materiales. Su producción aumento: cuadruplicó las ventas de acero y de alimentos. Sus bancos se transformaron en los más importantes del mundo desplazando a los europeos. EEUU era el acreedor de Europa.
Japón tuvo la ocasión de abastecer a los territorios asiáticos que durante la guerra no podían recibir mercadería europea: China, Indochina e India. Comercialmente ocupó el lugar de los europeos en Asia.
Algunos países de América Latina también se beneficiaron con la guerra; los exportadores de alimentos y fibras (lana, algodón) como Argentina y Uruguay, mejoraron sus exportaciones obteniendo balanzas comerciales favorables. Además, al no recibir mercadería europea, comenzaron a crear sus propias industrias, aflojando los lazos de dependencia económica con Europa.
También los territorios coloniales comenzaron a aflojar sus lazos de dependencia. En los países árabes, en la India y en China, los intelectuales y la naciente burguesía organizaron movimientos de emancipación, reclamando la independencia o al menos la autonomía. No llegaron  a concretarse sus reclamos, pero fue el comienzo de los movimientos de liberación que triunfarán luego de la Segunda Guerra Mundial.
Las atrocidades de la guerra pusieron en evidencia ante los colonizados, y también ante los propios europeos, que los “civilizados” no parecían serlo tanto. Las nuevas generaciones de filósofos, artistas e intelectuales cuestionarán los valores de la sociedad europea; nacerá una generación escéptica en relación al futuro, una generación que no cree en la evolución siempre positiva del hombre, que verá a este como un ser donde no siempre triunfa la razón. La guerra había demostrado que el hombre no siempre es racional, que hay aspectos de la psicología humana que no son conocidos, que para conocer la hombre también hay que conocer sus impulsos, su inconsciente. La teoría psicoanalítica de Freud, anunciada antes de la guerra, tuvo un gran desarrollo luego de ésta.
Los artistas abandonan las formas académicas tradicionales y buscan inspiración en los pueblos primitivos o en el absurdo. Las costumbres tradicionales, los valores de la sociedad burguesa, las ambiciones de poder y riqueza, son criticados y ridiculizados por pintores y escritores.
Por encima de todo lo que se nota es la pérdida de ese clima de bienestar y euforia que existía en la sociedad previa  a la guerra. Definitivamente la “belle epoque” del 900 había terminado y años de incertidumbre se aproximaban.